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"Jamás han estado de moda desde que Dios los abandonó". Esa es la primera oración de "Memoire sur les Juifs", escrita por el príncipe de Ligne, el del legendario ingenio, en 1801, y al leerla resulta difícil....
Hagamos juntos un pequeño ejercicio de memoria. ¿Recuerda Ud. cuántas instituciones educativas de la Red Escolar Judía cerraron sus puertas en curso de los últimos años?.......
Hasta 1879, el odio hacia los judíos no tenía siquiera un nombre especial. Ese año un tal Wilhelm Marr acuñó el término "antisemitismo" a fin de quitarle al fenómeno de toda connotación religiosa. El panfleto escrito por Marr que se llamaba "La victoria del judaísmo sobre el germanismo considerada desde un punto de vista no-religioso", proponía.....
NADIE QUE HAYA ESCRITO EN LENGUA HEBREA HA ALCANZADO SU FAMA. ES EL AUTOR ISRAELI MAS INTERNACIONAL, Y HA SIDO GALARDONADO ESTA SEMANA CON EL PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LAS LETRAS. DE CAMINO HACIA BRASIL, HA HECHO UN HUECO PARA RECIBIR A EL MUNDO EN LONDRES
Borges llegó a afirmar, parafraseando a Paul Valéry (1871-1945), que la Historia de la literatura podría escribirse sin mencionar a un solo autor; debería ser la Historia del Espíritu como productor y consumidor de literatura.....
Alguna vez he escrito que el objetivo estratégico del terrorismo no es, en primera instancia, matar mucho, sino matar mucho para poder socializar el terror. A partir del momento en que el miedo se instala en el seno de una sociedad democrática,.......
La Argentina sufre el triste privilegio de ser el primer país del continente americano víctima del terrorismo suicida. Diez años antes del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, hicieron volar la embajada de Israel en Buenos Aires.....

Tango, teatro y varenikes - Pablo Gorlero - 30-11-2005.

Tendencia: cultura en idish

 

Tango, teatro y varenikes

 

La tradición judía en el espectáculo porteño

  

En los años 30, teatros como el Olimpo, el Excelsior, el Mitre o el Soleil tenían una afluencia de público que sería envidiable hoy en día. Eran las salas donde florecían vodeviles, comedias musicales y varietés judíos, con elencos extranjeros y artistas locales que hablaban en idish o en hebreo. También el tango tuvo el aporte de algunos músicos judíos argentinos. Incluso, una vez que el género fue exportado a Europa, llegó a ser cantado y, en algunos casos, compuesto en idish, en guetos y campos de concentración.

El teatro evolucionó en los años 50, con obras más elaboradas, sobre todo en el teatro Argentino o en el IFT. Por ejemplo, en 1957 se estrenaba una pieza distinta por mes y en 1958, tres obras diferentes en cada jornada, en la vieja modalidad del teatro por secciones. De la mano de artistas como Paul y Mark Burstein, Yaki y Frida, Max Berliner, Santiago Bal, Norman Erlich o Lía Jelín, en los últimos treinta años se revivieron espectáculos de todo tipo basados en la esencia judía, ! sobre todo en su humor. Desde 2000, aquellas obras y shows empezaron a menguar, pero hoy en día el interés y el rescate del ser judío se ve plasmado en ocho espectáculos teatrales: "Visitando al señor Green" (Multiteatro), "Volvió una noche" (Andamio 90), "Bienvenido, señor Mayer" y "Los cuentos del Rebe" (IFT), "Estación ensueño" (Antesala), "Oy, oy, Hoy" (The Cavern), "Original mente Wainstein" (Centro Cultural de la Cooperación) y "El gran regreso", en gira.

Algunas de estas obras, como las tres primeras mencionadas, rescatan la esencia del ser judío y la influencia de las tradiciones estrictas en la formación de las personas. Mientras tanto, "Los cuentos del Rebe", "Oy, oy, hoy" y "Tangos con varenikes" se asientan más en la tradición folklórica o humorística.

"Hay una vuelta muy grande de la juventud a la religión. Lo ha logrado la falta de utopías. Hay una moda judía en Nueva York. Creo que también es una tendencia. Por otro lado, el interés sobre las tradicio! nes, en este caso judías, puede ser también para tanos y gallegos. ¿Qué diferencias hay? Una te dice: «Come, que te ammazzo », y la otra: «Come, que me muero»", opina la directora Lía Jelín.

En "Visitando al señor Green" se ponen en juego las fuertes creencias y tradiciones judías y su incidencia en la vida de los dos personajes que componen Pepe Soriano y Facundo Arana. “En Nueva York siempre hay muchas obras con personajes judíos porque, como en Buenos Aires, la población de ese origen es muy grande –explica Jeff Baron, autor de «Visitando al señor Green»–. Un gran porcentaje de los autores y guionistas neoyorquinos es judío. De las mayores producciones teatrales de Nueva York, cerca del 40 por ciento están escritas por judíos. De todos modos, de toda mi producción, sólo ésta tiene personajes judíos.”

Para Eduardo Rovner, autor de “Volvió una noche”, todo tiene que ver con la valorización cultural y, a su vez, la tradición cultural con la supervivencia. “En l! os guetos lo único que se podía hacer era música y teatro. Eso los mantenía unidos. Además, el judío es un emergente de la cultura argentina. No venimos de Europa, nacimos aquí. Pasados los años de dictadura y el menemismo nefasto, que nos vendió a una cultura distinta, me animo a pensar si nos estaremos preguntando quiénes somos. Esta es una lucha de la humanidad, no sólo del pueblo judío”, dice el autor.

Por su parte, el humor judío fue siempre una constante en los escenarios porteños. Ahora más que reproducirse sólo en chistes, se expone en forma de monólogos cómicos (stand up) o de cuadros de varieté. “Siempre el judaísmo se pensó a sí mismo. Sobre todo, aquellos que no profesan la práctica religiosa. Pero es algo intrínseco a la cultura. En el stand up el humorista pone su vivencia desde chico. Incluso, algunos de los actores no son judíos y charlan sobre su relación con eso”, explica Ianina Girimblat, directora ejecutiva del proyecto Yok, que pone en escena “Oy, oy! , Hoy”. “Desde mi lugar me cuesta pensar en el humor judío como algo en particular. Yo soy judío y hago humor sobre mí y lo que me rodea. Creo que Buenos Aires es judía. Hablo de la circuncisión, de Moisés y de los conflictos con mi madre. Y el público que me viene a ver, en su mayoría, no son judíos, pero adhieren y se divierten. En cambio, en Madrid, no puedo hacer estos monólogos. Esa complicidad está sólo acá y en Nueva York”, agrega el humorista Diego Wainstein.

Del gueto a la milonga

Para hablar de la relación entre el tango y la cultura judía hay que comenzar por el libro que hace algunos años publicó Julio Nudler (“Tango judío: del ghetto a la milonga”). En una detallada investigación se refiere al aporte al tango que hicieron tantos músicos. Aunque en muchos casos trabajaron con seudónimo porque era lo más conveniente.

Más explícito y más acá en el tiempo, aparece el caso de la orquesta que lleva adelante Norberto Vogel. Se trata de Inspiración! , un grupo tanguero que fundó como el primero, integrado en su totalidad por judíos argentinos. En abril de 2003, se presentó en el teatro Cervantes junto a varios padrinos famosos.

A fines de 2002, en una sala londinense se podía ver el espectáculo de la cantante Lloica Czackis “Tanguele, el pulso del tango yiddish”. Dos años más tarde pasó por Buenos Aires con la promesa de volver para cantar tangos en idish. Lloica es una joven mezzosoprano nacida en Alemania, criada un poco en Venezuela y otro poco en la Argentina, y formada en Inglaterra y Francia. Esa mezcla cultural no le impidió seguir el rastro de algunas raíces y de ciertos datos que hoy llaman la atención.

Porque Lloica se refiere a un repertorio tanguero en español y luego traducido al idish, pero también a otro que fue compuesto originalmente en idish, en guetos y campos de concentración. El mismo comentario es el que se podrá escuchar por la cantante Zully Goldfarb y el humorista y cantante Rudy Chern! icoff.

Lloica contaba a La Nación que el tango no sólo había llegado a las principales capitales europeas, también había entrado en los países del Este: “Cuando los judíos fueron recluidos en los campos, el tango, como el swing o el foxtrot, ya era parte de su cultura. Algunos tangos conservaron sus textos, pero otros sufrieron la adaptación de sus letras, para reflejar las condiciones durísimas que les tocó vivir. En los campos no hubo sólo dolor y resignación, sino también resistencia y lucha, y los tangos reflejan todas esas circunstancias”.

El comentario se ensambla perfectamente con el testimonio de Zully Goldfarb: “Se ve que ahí se compusieron músicas que, sin saberlo ellos, estaban en tiempo de tango. Mis padres eran polacos. Gracias a Dios no estuvieron en la guerra, pero tengo mucha familia que murió. Creo que canto esos temas en honor a ellos”. Zully decía esto cuando publicó el CD “Tango y luz” con dos tangos en idish. Pero ya tiene otros cinco recopilados! que podrían integrar más adelante un CD dedicado íntegramente a estas composiciones. Por otro lado, cada tanto Goldfarb repone su espectáculo “Raíces”, con 17 músicos, donde combina tangos con música tradicional judía. Próximamente editará un disco con canciones tradicionales en idish y en noviembre volverá al escenario del Club del Vino con un ciclo de shows. “La gente me decía que no me guardara los tangos en idish. Lo interesante de esto son las cosas que mueven. Cuando empecé a buscar estos temas escritos a principios del siglo pasado, durante la guerra o en guetos, le pedí ayuda a la gente que vivió en esa época, porque no es fácil de conseguir. Muchos se movilizaron para eso.”

El espectáculo “Tango con Varenikes” (que Rudy Chernicoff presenta con Coni Marino en el Teatro del Nudo) termina con un baile que mezcla milonga y danza israelí. Sobre ese ritmo se canta “Fumando espero”, en idish, “Mano a mano” y “Cambalache”, en hebreo. Pero no son los únicos del repertorio! : “Cantamos tangos compuestos y estrenados en los guetos –dice Rudy–. A comienzos del siglo XX llegó una enorme inmigración, pero con muchos hombres solos. Y había muchos prostíbulos donde se bailaba y escuchaba tango. Algunos dueños eran judíos que tuvieron problemas con la policía y huyeron de regreso. En Europa, años después con el nazismo, el tango llega a los guetos. En los guetos nacen 35 tangos. El hilo conductor del espectáculo es esta mezcla impresionante y la integración del judío a través del tango. No tiene ni pizca de religiosidad, pero el tango y el judío tienen la melancolía y el humor mezclado. Yo conozco a personas que son atorrantes terribles y les mirás el pecho y tienen la estrella de David colgada. Gente muy tanguera, muy de milongas.”

Por Pablo Gorlero
De la Redacción de LA NACION

 

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