publicado en AVUI del 08.11.03 autor: ALFONS QUINTְ traducción del catalán al castellano: R.M. Marés
EUROPA, UN AVESTRUZ CONTRA ISRAEL
Si Dios está en la Tierra, yo se donde está: en las antípodas deEuropa. No puede ser de otra manera. No puede ser que esté en Europa donde la mayoría de sus habitantes - 59% - creen que el Estado de Israel
representa "la amenaza a la paz más grande del mundo", según un sondeo de la Unión Europea, el llamado eurobarómetro.
El segundo lugar, en cuanto a Estados que constituyen una amenaza, está ocupado por Corea del Norte, Irán y los Estados Unidos, los tres empatados.
Un 53% de europeos los designan como la peor amenaza a la paz mundial, inmediatamente despues de Israel.
Como estos resultados muestran que en Europa hay muchos necios con mala baba, no puedo evitar responderles. Lo hago recordando que en 1938
hubo un porcentaje similar de franceses - 57% - favorable a los Acuerdos de Munich. Dieron paso a la desaparición de Checoslovaquia, al abandono definitivo de la II República Española y, por descontado a la agresión nazi de septiembre de 1939.
Históricamente, ser europeo y tener un mínimo de sentido común no son sinónimos.
En la Edad Media se solía encontrar una bruja, un poseído por el diablo o un judío falsamente convertido al catolicismo al lado de casa.
Ahora, en un mundo global, la necedad europea ya no es local sino también global.
He estado mirando los datos del eurobarómetro desglosados por países. Quería aclararlo un poco. Creía por ejemplo, que habría un alto grado de oposición
a Israel en Polonia, donde históricamente, el antisemitismo impulsado por la
Iglesia Católica y por las sucesivas ocupaciones rusas y alemanas había sido muy fuerte.
El sentido común de la nueva Europa.
En cambio, en Polonia, el rechazo a Israel está por debajo de lamedia con un 55%. Solo es más bajo en Suecia (52%) y en Italia (48%)
Una vez más, "la nueva Europa" liberada del comunismo y ahora al lado de Estados Unidos y de Gran Bretaña en eltema de Irak, demuestra tener más
sentido común que el desastroso eje franco-alemán. En Alemania el rechazo expresado a Israel es de un 65% y en Francia de un 55%, un punto menos que en España.
El caso de Polonia acredita que el antisemitismo actual no es una continuidad
(o no solo una continuidad) de un antiguo mal europeo, sino que se trata de una
nueva obsesión o un conjunto de obsesiones. Recupera el viejo sustrato al cual
sin duda se añade lo que queda del fascismo, pero ahora la mayor responsabilidad
proviene de la demagogia de extrema izquierda.
En efecto, hay en un primer plano la demagogia de la antiglobalización, basada en el miedo a los cambios. Está amparada por la falta de voluntad de
los dirigentes políticos europeos de asumir y ser precursores en unos cambios obligados, genéricamente llamados globalización.
De ese miedo y de su amparo estatal, surge un desconcierto y una confusión que sirve de abono a todas las locuras: demagogias racistas contra la emigración, miedo a los transgénicos, odio al Islam ( de ahí el absurdo intento de prohibir el velo en las escuelas francesas),
el uso mil veces demagógico y cínico de los problemas del Tercer Mundo,
el anti-americanismo y las teorías de la conspiración respecto al 11 de Septiembre.
No podía faltar la locura con más tradición en la historia europea, el antisemitismo.
El antisemitismo siempre fue el ungento de la serpiente ideológica: servía para explicarlo todo, de manera que las situaciones de opresión o de
demagogia ya establecidas, pudieran estar tranquilas. Por eso lo usó muy bien
el zarismo y luego el comunismo ( en especial en Rusia, Polonia y Checoslovaquia). El judaísmo era y es el chivo expiatorio ideal. Una buena definición del antisemitismo lo considera "el socialismo de los bobos".
Seria injusto olvidar la última gran contribución hispana a esta locura. Fue en el libro España y el mar del inefable numero dos de Franco, el almirante
Luis Carrero Blanco. En la página nueve de aquel libro, Carrero escribía:
"tres años de una lucha epopéyica, nueva cruzada contra la barbarie comunista,
nos acaba de salvar de nuevo. España, paladín de la Fe de Cristo, está otra vez en pie contra el verdadero enemigo: el judaísmo".
Que vuelva el antisemitismo ya es bastante desgracia en si mismo. Sin embargo lo empeora que venga acompañado deotras barbaridades.
Por ejemplo, una encuesta llevada a cabo en Francia, ha mostrado que un 22%
del electorado se siente tentado a votar por el troskismo. Unas cuantas matanzas
como la dirigida personalmente por Troski en Kronstadt, son la solución a los
problemas del siglo XXI?
Estos dos hechos tienen en común acreditar una gran desorientación y un gran desconcierto. Deja boquiabierto que en el siglo XXI se recupere una teoría
(el antisemitismo) que en los tiempos de la Primera Cruzada (1096) ya era grotesca
y despues ha continuado siendo criminal
El secretario de Defensa norteamericano, Ronald Rumsfeld se quedó muy corto cuanto hace unos meses, habló sobre la "vieja Europa".
Hubiera sido más exacto referirse a una Europa tronada y sin norte, incapaz
de hacer una buena autocrítica de sus peores crímenes.
Tenemos como ejemplo, el poco espacio que la mayoría de los periódicos europeos han dedicado al siniestro resultado del eurobarómetro, Le Monde y
Le Fígaro han llegado a minimizarlo tanto, que les tendría que caer la cara de vergenza.
La UE esconde la cabeza
Con una estulticia que demasiado a menudo caracteriza a la Unión Europea (UE), ésta ha decidido no repetir la pregunta del eurobarómetro que ha dado
un resultado tan insolente. Los avestruces entierran la cabeza bajo la arena.
No son los animales más inteligentes de la naturaleza. Los eurocrátas tampoco.
Romano Prodi declaró, al estilo de Poncio Pilatos, que el sondeo "no refleja el pensamiento ni la política de la Comisión Europea". Respecto al pensamiento, de acuerdo. Pero no está nada claro que la confusa política europea, de la cual la Comisión es una parte, no ampare las peores
teorías de la conspiración, ni haga resucitar los milenarismos más dementes.
A menudo las confusiones se aclaran de la peor manera posible. Pasa siempre que las sociedades cambian rápidamente y que los que deberían
asumir y aclarar los cambios, no los efectúan. El Romano Prodi, Jefe del Gobierno italiano de centro-izquierda en 1996,
asumió la modernidad. El actual Prodi va de bobo.
En todo caso, es fácil de detectar el último rebrote del antisemitismo en Europa. Surgió en Paris y en las manifestaciones destructoras de la antiglobalización.
Fue en aquellas manifestaciones donde se recuperó sin ninguna vergenza los gritos
antes únicamente fascistas de "muerte a los judíos". Era el grito que se había proferido miles de veces en manifestaciones fascistas en la Francia de los años treinta
y por descontado, en los años de la colaboración gala con el nazismo.
En la versión actual, ha ido acompañado de palizas a pobres militantes judíos progresistas, que desgraciadamente, pretendían manifestarse por la paz en el Próximo Oriente, así como a favor de la creación de un Estado palestino viable e independiente.
La antiglobalización y la extrema izquierda, no obraban a partir de un (legítimo ) sentimiento pro-palestino sino que usando éste, se recuperaba la
demagogia antisemita que antes había dominado – sin tenerla nunca como la única –
la extrema derecha. Habiendo optado por la demagogia - inmanente en la antiglobalización – ya no viene de una variante más o menos.
En Francia, dentro del movimiento de antiglobalización, destaca la figura de Tariq Ramadan. Es nieto de Hassan al.Banna (1906-1949), uno de los padres
del fundamentalismo musulmán, fundador y "líder supremo" de los Hermanos
Musulmanes (Ikhwan al-Muslimin). Preconizó el asesinato como arma política, y él mismo fue asesinado por los servicios de inteligencia egipcios.
Tariq Ramadan tiene buenas relaciones con los dirigentes franceses de la
antiglobalización. A pesar de su antisemitismo, Ramadan participa en la preparación
del Forum Social Europeo de la semana próxima, cerca de Paris. La dirección de su página web aparece como afín en el principal referente de la
antiglobalización francés. Preguntado por Le Monde el pasado 11 de octubre,
José Bové contestó tirando pelotes fuera. Dios los cría y ellos se juntan.
Poca memoria
A aquel grito bárbaro de "muerte a los judíos", de los mismos esbirros de la antiglobalización se les han añadido los otros contra los "anglo-americanos".
También es la misma expresión usada durante la Segunda Guerra Mundial
por el fascista colaboracionismo francés. Tienen tan poca memoria como vergenza.
Sobre la demagogia antijudía, el más irresponsable de todos fue José Bové. No es nada nuevo. Preguntado sobre los gritos de "muerte a los judíos" en manifestaciones que él apoyaba, dijo que creía que era obra del Mossad, los servicios de inteligencia del Estado de Israel.
Está clarísimo: el antisemitismo es reavivado por Israel porque no tiene suficiente
con seis millones de muertos; las Torres Gemelas de Nueva York las hizo caer la CIA;
y la semana próxima tendrá tres jueves.
No se trata de hacer ninguna amalgama. Es un hecho evidente y demostrable a base de docenas de recortes de diarios que los dos amigos más fieles y descarados
de Sadam Hussein hasta el día de hoy, han sido dos personajes de la extrema izquierda
y de extrema derecha franceses, respectivamente Jean-Pierre Chevטnement y
Jean-Maire Le Pen. El otro nombre a añadir es el de Jacques Chirac.
Se entiende que cuando empezó la intervención en Irak, un 30% de franceses osara manifestarse a favor de la victoria de Sadam Hussein.
Por cierto, ésta impresentable actitud tambien fue expresada por un profesor
universitario catalán.
En eso estamos. No va de meras coincidencias tácticas. Hoy el cemento del antiamericanismo y antiliberalismo une todas las locuras.
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