Negros y Judios - Jane Bichmacher Glasman - Jornal Alef.
NEGROS Y JUDֽOS
Sדo Paulo (CJL-OJI) – Autora de este artículo – distribuido por "Jornal ALEF" – es Jane Bichmacher de Glasman, escritora y doctora en Lengua Hebrea, Literaturas y Cultura Judía por la Universidad de Sדo Paulo.
El original en portugués fue vertido al castellano por el director de OJI, Pedro Olschansky.
Conciencia negra no se reduce solamente a Zumbi de los Palmares. Hay muchas otras historias para ser contadas. Habiendo sido noviembre el "Mes de la Conciencia Negra", no dejaremos de lado las historias agradables. ¿Sabía usted que hay judíos negros? En el ֱfrica hay dos pueblos muy antiguos que apenas recientemente fueron reconocidos como judíos: los "falashas" y los lemba.
Una prueba de DNA efectuada en 1999 por el genetista inglés David Goldstein, de la Universidad de Oxford, descubrió que una tribu de negros del norte de Sudáfrica y territorios contiguos, posee ascendencia judía. Son los lemba. Ellos practican la circuncisión, se casan solamente entre ellos, guardan un día de la semana para sus oraciones y no comen carne de cerdo ni de hipopótamo, al que consideran afín al puerco. Según su tradición oral, sus ancestros vivían en un lugar denominado Sena. Existe en el Yemen una aldea con ese nombre, que hasta el siglo X fue un valle fértil abastecido por una represa. Cuando ésta se secó, la mayoría de los habitantes se marcharon. Genéticamente, los lemba están emparentados con los cohanim, quienes junto con los levitas e Israel integran uno de los tres grupos que forman el pueblo judío.
Los científicos afirmaron que el ancestro común a los lemba y los cohanim vivió entre 2.600 y 3.100 años atrás. Según la tradición judía, ese período coincide con el período en que vivió de Aarón, el hermano de Moisés, de quien descienden los cohanim. Probablemente, Aarón fue, pues, también el gran antepasado de los negros lemba.
Los "falashas" (esta es una designación peyorativa, que significa "extranjero"), o como ellos se denominan a sל mismos, Beta Israel (Casa de Israel), son absolutamente negros como los demás etíopes. En Etiopía constituían una comunidad atrasada y encerrada en sí misma, habiendo preservado intactos usos y costumbres que se remontan a más de dos milenios, descrbiéndose a sí mismos como descendientes de la tribu perdida de Dan y vástagos de la unión entre Menelik, hijo del rey Salomón con la reina etíope de Saba. Los "falashas" fueron "descubiertos" para Occidente a mediados del siglo XIXn y recién en 1947 los Rabinos Jefes de Israel admitieron formalmente que ellos son judíos. En 1860 misioneros británicos que viajaban por Etiopía fueron los primeros occidentales en encontrarse con la tribun de los "falashas". Los miembros de esa comunidad observaban el Shabat, mantenían rígidas leyes rituales en la forma como son descriptas en la Torá. Poco después el estudioso Joseph Halevy decidió ir a conocerlos personalmente. Fue recibido por ellos con curiosidad y recelo, Le preguntaron: "¿Usted se dice judío? ¿Cómo pretende ser judío, si usted es blanco?". Pero cuando Halevy mencionó la palabra Jerusalem, todos se convencieron. Los "falashas" habían estado separados del resto de los judíos durante miles de años.
Ninguno de ellos nunca había salido de su aldea. Habitaron en Etiopía hasta la gran sequía de 1985 cuando, para salvarles la vida, Israel montó la "Operación Moisés" para sacarlos secretamente del ֱfrica por vía aérea y traerlos al Estado de Israel. El día 21 de noviembre de 1984 comenzó este operativo. En un momento dado, 21 aviones estaban en el aire, Uno de los "jumbos", que normalmente podría transportar 500 pasajeros, llevó de una sola vez 1.087 personas, lo que fue un hecho registrado en el Libro Guiness de los Récords. Al paso de los años, la comunidad de judíos negros residentes en Israel ya alcanzó 80.000 integrantes, aunque el gobierno etíope todavía retiene en su territorio entre 18.000 y 26.000 judíos.
Cuando arribaron a Israel, los médicos diagnosticaron en los "falashas" síndromes fisiológicos y de desnutrición semejantes a los encontrados en los sobrevivientes de los campos de concentración. Llegaron escuálidos, hambrientos, despojados de pertenencias. Hoy en día ellos son parte integral de la sociedad israelí. Nunca está demás recordar que Israel ha sido el único país que evacuó negros del ֱfrica para darles, vida, bienestar, estudio, trabajo y dignidad.
Aparte del ֱfrica, en la India hay dos comunidades de judíos negros. Los más conocidos son los "Bené Israel" de Bombay (Mumbai). Su tez es oscura y su lengua cotidiana es el marata. Su vida cotidiana poco difiere del resto de la población hindú, salvo la religión. En el sur de la India, en Cochín, hay judíos totalmente negros, como también lo son los demás hindúes del sur, cuyo idioma es el malaila, que ya era hablado antes de las invasiones demográficas indoeuropeas. Estos judíos remontan sus orígenes a una de las diez tribus de Israel perdidas en el exilio asirio, aunque esto no está históricamente comprobado.
En los Estados Unidos de América hay grupos de negros que practican el judaísmo y se definen a sí mismos como "judíos etíopes". Su posición es un tanto extremista en relación a los judíos blancos.
Judíos en los "quilombos" negros del Brasil.
El vocablo afro-brasileño "quilombo" significa una especie de republiqueta autónoma formada por proscritos. Existen registros de la presencia en tales "quilombos", además de negros fugitivos de la esclavitud, de otros perseguidos y reprimidos por la sociedad dominante, como mulatos, indios y blancos hostigados. Las persecuciones propias de la época contra las minorías étnicas tales como judíos, moros (musulmanes) y otras, además de la represión a los acusados de brujería, heréticos, ladrones y gente puesta fuera de la ley, explica por qué también personas blancas tuvieron que refugiarse en el "quilombo" de Palmares.
Zumbi fue el mayor líder de los que gobernaron los "quilombos" y sin duda alguna, el más enigmático y místico. Bajo su reinado existió y resistió el mayor "quilombo" de la historia. Fue grande también por su composición multiétnica, puesto que tras sus fortificaciones se refugiaron tanto negros escapados de la esclavitud como judíos perseguidos por la Inquisición, otras clases de "herejes" también acosados por el "Santo Oficio", e indios que rechazaban la servidumbre, entre otras minorías atormentadas, según recientes constataciones de arqueólogos y etnógrafos. Hacia el año 1590 los primeros esclavos africanos fugitivos rompían sus cadenas y huían para reagruparse en las selvas, bosques y sertץes (páramos) del nordeste del Brasil. Si bien al principio poco numerosos, se organizaron en bandas de fugitivos. Su cantidad fue aumentando y se congregaron en una comunidad inicial que a lo largo de toda su existencia llegó a contar con una población de más de treinta mil rebeldes entre hombres y mujeres de todos los orígenes. Ellos constituyeron el primer gobierno de un Estado libre en el Nuevo Mundo.
Inicialmente su población estaba compuesta por negros y unos pocos indios, Con el arribo de numerosos judíos que escapaban de la Inquisición, la población del "quilombo" se abrió a blancos y estos últimos – los judíos – mucho aportaron a partir de entonces a la organización económica y política. El "quilombo" era organizado como un pequeño Estado. Poseía leyes que reglamentaban la vida de sus habitantes. Algunas de esas normas eran muy severas: el robo, la deserción y el homicidio eran castigados con la muerte. Las decisiones eran adoptadas en asambleas de las cuales participaban todos los adultos y sus decisiones eran aceptadas por todos, pues emanaban de la voluntad colectiva.
Zumbi se tornó líder de los Palmares al cuestionar, en 1678, la jefatura de Ganga Zumba, quien seducido por la propuesta de un "acuerdo de paz" aceptó transferir los habitantes del "quilombo" a una especie de "reserva" donde ellos tendrían que vivir bajo la vigilancia de los gobernantes blancos del Brasil. La resistencia que opuso Zumbi a esa celada, fue ejemplar. Desde el principio, los negros se percataron de que para liberarse de la esclavitud, no bastaría solamente con cortar sus cadenas: era necesario, además, construir un nuevo tipo de sociedad. Los Palmares reflejaron ese desafío, no solamente por organizarse como una república en oposición a la sociedad colonial, sino también por cuestionar las propias bases del sistema opresor de la civilización blanca. Esto es evidente en el relato legado por el portugués Manuel Inojosa en 1677: "Entre ellos todo es de todos y nada es de ninguno, puesto que los productos que cultivan y cosechan o fabrican en sus moradas, están obligados a depositarlos en las manos de un Consejo, que distribuye a cada uno lo que necesita para su sustento".
Fue precisamente eso lo que motivó las decenas de embestidas militares contra el "quilombo" – donde también habían hallado refugio judíos, indios, blancos pobres y demás gente perseguida por los colonizadores –, hasta su completa destrucción a manos del sanguinario "bandeirante" Domingos Jorge Velho en 1694.
Palmares, pese a todo, en vez de representar la historia de una derrota constituye, hasta los tiempos actuales, un ejemplo de la importancia que tiene la lucha. Zumbi de los Palmares abrió el "quilombo" a los judíos. No solamente a los negros escapados de la esclavitud, sino también a los judíos que huían de la Inquisición. Cuando cada 20 de noviembre homenajeamos en el Brasil al "Día de la Conciencia Negra", es preciso que recordemos los horrores y la suprema vergenza del pasado esclavista, de la misma forma como rememoramos los horrores del Holocausto de los judíos y de otras minorías en la Segunda Guerra Mundial.