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La izquierda europea es antiisraelí? - Pilar Rahola - 10-11-05.

Enviado: Jueves, 10 de Noviembre de 2005 05:42 p.m.
Asunto: Fw: "gotita" de nota: Pilar Rahola
La izquierda europea es antiisraelí?


Polémica y contundente, la periodista española Pilar Rahola no se anda con vueltas. Considera que los intelectuales europeos están en contra del Estado de Israel, que ven con indulgencia el terrorismo islámico y que aún no aceptaron, salvo excepciones, la culpa por el horror del holocausto.

Periodista, escritora, corresponsal de guerra, doctora en Filología Hispánica y Catalana, ex diputada por la Izquierda Republicana Catalana en el Parlamento español, y ex vicealcaldesa de Barcelona, Pilar Rahola (1958) es una de las voces más potentes del periodismo español.
Experta en terrorismo y el conflicto en Medio Oriente, Rahola acusa a la prensa y a la izquierda europea de ser antisemita, de criminalizar al Estado de Israel, y de hacer análisis simplistas y maniqueos de un conflicto extremadamente complejo.

Luchadora incansable de los derechos de las mujeres y los niños, ?republicana en un país monárquico, feminista en un país machista y antitaurina en el país de los toros?, Rahola tiene un programa diario de televisión, escribe columnas semanales para tres diarios españoles - entre ellos El País- y es invitada frecuente como conferencista en foros de todo el mundo.

Usted viene de una familia católica, ¿por qué abrazó la causa judía?

Yo no abracé la causa judía, abracé la causa del antisemitismo, que no es la misma. Soy de una familia católica y liberal, pero educada en el odio al antisemitismo. Mi educación personal se produce bajo una dictadura pero en un comedor de casa que no es dictatorial sino libertario, en donde existían los derechos de la mujer en un país machista, existía el desprecio por el fascismo en un país que abrazaba la ideología fascista, y existía la memoria del Holocausto en un país que nunca supo que el Holocausto existió. Yo oí hablar de los judíos veinte años antes de conocer uno. Sin embargo, en el comedor de mi casa el dolor de los judíos y la persecución de dos mil años formaba parte de los valores fundamentales. De manera que eso forma parte de mi misma y de alguna manera se va convirtiendo en lo que Flaubert llamaba la ?educación fundamental?. Además, yo vengo de la herencia de la Carta de los Derechos Fundamentales, de la herencia de las ideas positivas del siglo veinte y quiero que ese mundo del Derecho sea el mundo que prevalezca. El antisemitismo es el proceso intolerante que ha conseguido crear la maquinaria de muerte más importante del mundo, así que un antisemita es mi enemigo.

¿Por qué cree que el antisemitismo se ha ido extendiendo y fortaleciendo en Europa después del horror de la Shoah?

Europa tiene una fantástica y muy mal trabajada memoria, y nunca asumió sus culpas. Europa es el continente que creó el colonialismo, que creó el nazismo y que permitió setenta años de stalinismo. Sin embargo, la culpa siempre la tiene EEUU. Si yo fuera norteamericana seguro que mi primer problema sería Bush; pero si soy europea, es mi segundo problema, porque mi primer problema es un continente que ha vivido en dictaduras terribles durante muchísimo tiempo sin problemas, que cuando ha tenido un reto serio ideológico no lo ha combatido adecuadamente, que se ha dejado mover por intereses económicos, que ha creado una industria de exterminio que ha matado dos tercios de la población judía y sin embargo siempre consigue que los norteamericanos siempre tengan la culpa. Entonces, si no tenemos culpa por nosotros mismos, ¿por qué tenerla por el Holocausto? ¿Quién ha asumido su culpa? Sólo Alemania. El único país europeo que aceptó su culpa, ha educado a sus generaciones en esa culpa, y que ha trabajado la memoria es Alemania.

Usted es una experta en el conflicto árabe israelí. ¿Por qué sostiene que hay una distorsión informativa y una criminalización del Estado de Israel?

Es que cuando tú empiezas a conocer mucho un conflicto y viajas mucho a la zona, tienes un alto nivel de información, tienes un nivel de compromiso alto y lees que la prensa de tu país es profundamente antiisraelí, que criminaliza su derecho a la defensa, que convierte a Sharon en el peor criminal de la historia reciente - sin ningún tipo de balance, con una mirada de buenos y malos, de víctimas y verdugos- que minimiza el terrorismo y lo convierte en resistencia, en milicia y en una cierta épica, entonces, cuando todo esto ocurre, tomas partido. Sucede que en el mundo hay muchos elementos que tenemos que juzgar de forma crítica pero sólo analizamos de forma crítica los que nos conciernen directamente. En el mundo del periodismo, en el mundo intelectual y en el mundo de la universidad nuestra obsesión permanente es qué hacen bien o mal los norteamericanos; qué hacen bien o mal los israelíes, e incluso qué hacemos bien o mal las democracias. Sin embargo, no analizamos en términos igualmente críticos qué está ocurriendo un muchas dictaduras, qué está ocurriendo con la ideología totalitaria que está subyugando el derecho a vivir democráticamente de muchos pueblos, y qué está sucediendo con un fenómeno mundializado que acaba llevando a alguien a convertirse en un loco suicida. Todo esto no lo encuentro en los medios en los que estoy, incluso en los que escribo.

De hecho, usted suele acusar a la izquierda y al periodismo de fomentar el antisemitismo y apoyar abiertamente la causa palestina.

Sí, yo acuso a la izquierda de tener una mirada maniquea sobre un conflicto muy complejo. Es una mirada que no es crítica de un gobierno, sino que es directamente antiisraelí, antisionista e inconscientemente incluso creyendo que lo hace por solidaridad, acaba siendo antisemita. Hoy el mundo de la opinión y no sólo el de la prensa, no está balanceado y no asume su responsabilidad aún sobre un fenómeno muy preocupante: cuando el terror mata en Atocha, es terrorismo; cuando mata en Londres, es terrorismo; pero cuando mata en Irak, es resistencia; y cuando mata en Palestina, es resistencia. Una cosa es la causa palestina, y su presidente y su autoridad nacional, y otra muy distinta es una organización como Hamas que quiere crear una república islámica desde el Mediterráneo hasta Indonesia, que se basa en los planteamientos de los Hermanos Musulmanes de Egipto, que no cree en un Estado Palestino y que quiere destruir Israel. No es lo mismo. Y en la óptica periodística está todo mezclado. Entonces yo me pregunto si no estamos por inhibición, por indiferencia, incluso por paternalismo, dando oxígeno desde el periodismo a toda esta locura.

Parecería entonces que se tolera más el antisemitismo de izquierda que el de derecha. ¿Por qué cree que tiene más legitimidad el antisemitismo de izquierda?

Es cierto, el antisemitismo de derechas no se tolera. Hoy en día un militante de extrema derecha que se levante en una tribuna, en una universidad, o en un periódico va a ser expulsado de la sala, no va a influir a nadie y no va a tener una tribuna. Pero a un premio Nóbel de Literatura, perfectamente instalado en el prestigio y en el mundo de la inteligencia, considerado por lo tanto alguien con una mirada crítica y solidaria en el mundo, mi panadero o mi mecánico de coches le va a creer. Hoy, el antisemitismo en Europa, y me temo que en muchas partes, es de izquierdas, es de prestigio, es intelectual, se mueve en las tribunas de la inteligencia, es inconsciente y cree que es solidario. Tú no puedes a un intelectual de izquierdas decirle que es antisemita porque lo va a negar, sin embargo, te hablará del lobby judío que domina Wall Street, y otras cosas, y reducirá al puro simplismo la complejidad, y convertirá en un mártir a un suicida que mata treinta personas en un restaurante.

¿Por qué cree que sucede esto?

Esto tiene que ver con el antisemitismo, con la culpa europea que se minimiza si Israel es más malvado, tiene que ver con unas ciertas dosis de antioccidentalismo que tradicionalmente ha tenido la izquierda, tiene que ver también con el antiamericanismo feroz de la izquierda mundial, y tiene que ver con la falta de épicas propias, porque nos quedamos sin Che Guevara y le pusimos la boina a Arafat, que con una biografía violenta, corrupta, y absolutamente manchada de sangre, ha sido convertido en un héroe. ¿Cómo puede ser que a Arafat nunca se lo condenó por la cantidad enorme de pueblos cristianos libaneses que destruyó y que arrasó completamente hasta el punto que se produjeron matanzas por el odio acumulado?

Pero no todas las críticas a la política de Israel son necesariamente antisemitas.

Las críticas a las acciones de Israel son legítimas, y a mí no sólo no me preocupan sino que puedo participar de ellas. Yo, por ejemplo, estoy en contra de los asesinatos selectivos porque estoy en contra de la pena de muerte; y creo que es correcto y no sólo correcto sino urgente haberse ido de Gaza a pesar del drama importante que significó para unos colonos que fueron enviados allí con un discurso político determinado por parte de Israel, y estuvieron allí treinta años con sus muertes y sacrificios. Aunque hay imágenes del colono que resiste, la evacuación ha sido extraordinaria y el ochenta por ciento se ha ido pacíficamente. Pero bueno, que la prensa del mundo y en concreto la mía diga que ?Sharon es un líder de la derecha dura? a mí eso no me preocupa nada, y creo que forma parte del pensamiento crítico también la crítica al gobierno de Israel. A mí lo que me preocupa es que esto se convierta en el único fenómeno crítico respecto al conflicto. Es decir, yo no he leído análisis serios de la enorme corrupción del gobierno palestino, no he leído qué ha ocurrido con los miles de millones de dólares que caen en esa zona del mundo y por qué en Gaza sigue habiendo hambre. No he visto ni una crítica a la alimentación de la intolerancia y de la violencia. No he conseguido que se hicieran análisis de las escuelas del odio. Yo no veo esas cosas, entonces tengo que llegar a la conclusión de que el análisis crítico contra Israel se convierte en una criminalización, en una distorsión informativa y en una falsedad. Por lo tanto, ya no estamos sirviendo al código deontológico del periodismo, estamos haciendo ideología en lugar de hacer información.

El desmantelamiento de las colonias se ha hecho de manera unilateral y no de común acuerdo. ¿Cuál es su opinión de la manera en la que se llevó a cabo?

El reconocimiento de que se ha hecho un gesto unilateral es importante porque de hecho no se ha cumplido nada de la Hoja de Ruta. Los palestinos no han dado nada para encaminarse a un proceso de paz, y por lo tanto lo que tenemos es un gobierno que a pesar de ser de la derecha y de ser duro dice ?vamos a apostar por ese camino?. No es Arafat, que siempre fue un obstáculo para la paz. La retirada de Gaza no fue el primer gesto, el primer gesto fue la libertad de centenares de presos en cárceles israelíes que tenían delitos de sangre, algunos de ellos, y que también se liberaron sin nada. Ahora se han ido de Gaza sin nada y a mí me parece bien. Creo que Israel, que es un país democrático, insertado en el concierto de naciones, quiere demostrar que está a favor de la paz y tenía que hacer un gesto unilateral. Ahora, yo quisiera ver la misma presión internacional que tiene Sharon, encima de las espaldas de Mahmoud Abbas para que Hamas desaparezca como organización terrorista, desparezcan los campos en los que los niños desde los ocho años aprenden a amar la muerte y donde se preparan suicidas para que actúen dentro de diez años... porque los que hoy actúan en contra de Israel, se prepararon mucho antes de Sharon. Los que mataron en Nueva York se prepararon antes de los Acuerdos de Oslo; los que mataron en Atocha se prepararon mucho antes que la guerra de Irak. Y yo no veo presión diplomática contra algunas dictaduras y contra los grupos terroristas. Se ha producido una especie de paraguas cómplice de muchas dictaduras teocráticas que se legitiman a través de la ONU. No me sirve la prensa porque no balancea, no presiona y ha tomado un partido que para mí es perverso; y no me sirve el mundo intelectual, de izquierdas, que aun no me ha dicho nada de la esclavitud de millones de mujeres en el mundo islámico, y no me ha dicho nada de que no tiene dotes épicas matar a millones de personas indiscriminadamente.

Entonces para usted no se trataría de un choque de civilizaciones o de religiones, sino una lucha entre democracias y totalitarismos.

Sí, el choque de civilizaciones como concepto abstracto o las tesis de Oriana Fallaci como la guerra de religiones, a mí me parecen perversas. Yo la respeto a Oriana que es una mujer con una biografía comprometida, pero creo que su mirada hoy en día está muy distorsionada, y además es islamófoba y yo no participo de ese concepto. Desde mi punto de vista no se trata de religiones del mundo chocando entre ellas. El problema no es una chica de mi edad que en Malasia haga el Ramadán y rece a su dios, porque es forma parte de pluralidad del mundo. El problema es el gobierno de Malasia que la obliga a ser esclava, con una ideología que le dice que no tiene derechos y que le dice a su hijo que puede ser un suicida. Esto tiene que ver con una mirada hacia el pasado y no hacia el futuro por parte del mundo islámico, y que tiene que ver con el petrodólar que ha convertido a líderes tribales profusamente fanáticos en presidentes de gobierno, y que han conseguido que todos estos locos tuvieran celulares conectados vía satélite a la Edad Media. Te matan en Atocha vía satélite, pero quien te mata, piensa en la Edad Media. Y esta es una locura que hay que denunciar.

¿Cree que algún día, después de tanta sangre derramada, finalmente se llegará al proceso de paz entre Palestina e Israel?

Creo que es absolutamente imposible conseguir la paz en Oriente Medio sino resolvemos el conflicto con el totalitarismo islámico. Gaza ya no está. Supongamos que Mahmoud Abbas quiere ir también hacia ese proceso. ¿Lo va a permitir Irán? ¿Lo va a permitir Siria? ¿Lo va a permitir todo el discurso antisemita y desacomplejado que existe en todo el mundo islámico? ¿Lo van a permitir los grupos terroristas que están utilizando la causa palestina? La causa palestina es una excusa. Los grupos islámicos que actúan en ella utilizan la causa palestina pero no creen en ella, por tanto, la tienen secuestrada. Creo que los conflictos que tenemos en el mundo, de los cuales la inmensa mayoría son de base islámica no se pueden resolver individualmente sino resolvemos el grueso, es decir, que mil trescientos millones de personas anden hacia un planteamiento democrático. Si no conseguimos acabar con la impunidad de algunas oligarquías totalitarias en esa zona, si no conseguimos desvirtuar profundamente la ideología que acaba matándonos, si no hacemos una guerra por arriba, no vamos a destensar la zona. Aunque Mahmoud Abbas hoy quiera sentarse a hablar con Sharon y todos nos pongamos a hacer la paz allí, ni Mahmoud Abbas manda en el mundo palestino, ni lo palestino manda en su propio mundo. Y yo no veo al mundo árabe hoy por hoy dispuesto a decir ?esta causa ya la tenemos resuelta y no alimenta nuestra épica?.

Entonces, ¿qué herramientas o estrategias habría que desplegar para lograr esto?

Me pregunto porqué algunas cosas aún no se han hecho. Si tú eres un país que ha sufrido un atentado que te ha matado cuatro mil personas, quieres poner en evidencia que hay un terrorismo internacional que actúa de forma impune, y que en algunos países cabalga libremente, pone en evidencia a los organismos que no están a la altura de esa situación: hay que irse de a ONU o presionarla. El mundo fue capaz de presionar hasta el más absoluto paroxismo a Sudáfrica porque era un país racista. Sin embargo, no presionamos a Siria, que es un país terrorista; o a Irán, que tuvo implicaciones con la AMIA. Es decir, yo creo que en el campo de la diplomacia y la política todavía, está todo por hacerse pero no molestamos a Arabia Saudita y no molestamos a los sirios para no desestabilizarnos. Oigan ustedes, miremos el panorama en grande y empecemos a reaccionar... porque nos hemos convertido en cómplices.
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