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Scholem Aleijem 1934-2004
El espectáculo del reencuentro en el Gran Rex
El 23 de noviembre tuvo lugar en el Teatro Gran Rex la gran fiesta conmemorativa de los 70 años de la Escuela Scholem Aleijem. El público colmó la sala sin dejar asiento vacío. Estuvieron presentes autoridades del ámbito internacional, nacional y del GCBA, los Embajadores de Israel en Argentina y Uruguay, representantes de DAIA, AMIA, Agencia Judía, Joint, Keren Kayemet, Cuja, OSA, Fundación Tzedaká, Avodá, el Centro Jaim Finkelstein de Israel, presidentes y directores de las escuelas que forman parte de la red de educación judía.
Abrió el acto el Sr. Embajador del Estado de Israel en la Argentina, Dr. Rafael Eldad, lo siguió el Lic. Abraham Kaul, Presidente de la AMIA, quien fuera alumno, moré (o lerer como le gusta llamarse) y papá del Scholem, que recordó a sus padres inmigrantes, alabó los valores de su shule al que asistió desde muy pequeño y cerró su intervención cantando con el público el himno del Scholem en idish. Y luego el Presidente de la institución, Lic. Raúl Stolarza, con el lema “Los primeros 70 años” se refirió a la feliz recuperación de la escuela tras la crisis que debió enfrentar.
Antes del comienzo del espectáculo central, el Director, Lic. Gustavo Weich, hizo hincapié en los nuevos proyectos pedagógicos de la institución como así también la conformación del Centro de Ex-alumnos y la inauguración de la Biblioteca “Jaim Finkelstein”, nombre del co-fundador y primer Director de la escuela, cuyo padrino es el escritor Marcos Aguinis.
Hubo de todo. Homenajes, música, canto, baile, teatro, laser, imágenes con ritmo de videoclip por las que desfilaban rincones de la escuela, rostros de pioneros, askanim, maestros, alumnos, padres y abuelos de todos los tiempos.
Y como no podía ser de otro modo, subieron al escenario grandes figuras que fueron y son parte de esta familia. Dio inicio a los homenajes, un hombre que estuvo desde la fundación, aquel día en que se colocó la piedra fundamental del Scholem, el askan o voluntario Bernardo Ismach que se estrechó en un abrazo con un nuevo askan, papá de la escuela, uno de los voluntarios más jóvenes que trabaja con mucho compromiso y entusiasmo, David Salischiker.
Podían verse lágrimas en los ojos del público en los momentos de emoción intensa que se vivieron a lo largo de toda esta velada de ensueño, pero especialmente cuando un alumno de 1934, del primer grado que tuvo el shule, se intercambió presentes con una alumna de 1° grado de 2004, representando a las decenas de miles de chicos que pasaron por sus aulas; y cuando se homenajeó a tres queridos maestros de generaciones: Bernardo Jinich, MIriam Postrigacz, Jasie Rubinson, quienes recibieron el reconocimiento de las manos de sus ex alumnos, que son también la historia viva de la escuela: Moishe Korin, Sara Bloch y Sara Gutman. Todos los docentes se pusieron de pie para aplaudir a sus legendarios colegas.
La dirección del espectáculo estuvo a cargo de Alex Kurland, quien con vuelo y originalidad sorprendió a chicos y grandes. Los distintos cuadros temáticos iban mostrando la historia de la escuela y de la comunidad judía en la Argentina y en Israel. Comienza con el barco que trajo a tantos inmigrantes, entre ellos, a los pioneros que con su épica hicieron posible la saga de esta escuela tan importante para los judíos de este país. Participaron alumnos de jardín, primaria, secundaria, padres y ex alumnos representados por la actriz Mirta Wons
Y no podía faltar la figura del popular y querido escritor judío que dio nombre a la escuela. Scholem Aleijem apareció en escena para anunciar los fragmentos que se sucederían de su obra cumbre, Tevie el lechero. Y era el mismo Scholem porque quien encarnó el personaje es uno de los grandes actores del teatro judío, Max Berliner, quien con sus 85 años recién cumplidos y ochenta de trabajo en distintos escenarios quiso estar presente en los festejos del shule en el que desplegó por décadas una labor memorable.
Y como no todo es espectáculo, una manera de dejar constancia de una parte de la historia de esta importante institución, fue la presentación del libro conmemorativo: Scholem Aleijem 1934-2004. En él se reviven los momentos significativos de la vida de la escuela a través de palabras e imágenes de muchos de los que construyeron este sueño colectivo.
Con estos festejos, la Escuela Scholem Aleijem se propuso movilizar los corazones dispersos, tender puentes entre las distintas generaciones para alimentar la memoria histórica de la escuela y de nuestro pueblo, para fortalecer la tradición y refrescarnos en lo nuevo, para continuar educando con excelencia y para seguir contando ese gran relato que se llama: Comunidad Scholem Aleijem. |