Inauguración de la Biblioteca a nombre de Jaim Finkelstein

Contamos con la presencia de Marcos Aguinis, Padrino de la nueva Biblioteca y estuvieron presentes Elena de Goldfarb, Benny, Roberto, y Jorge Goldfarb, quienes hicieron posible este nuevo logro, en memoria de Mates e Idl Goldfarb.

Con la presencia de muchos ex-alumnos, docentes y ex-docentes, miembros de Comisión Directiva, abrió el acto de inauguración el Director General de la Escuela Scholem Aleijem, Lic. Gustavo Weich, e hicieron uso de la palabra la Asesora de Literatura, Lic. Roxana Levinsky, el Dr. Marcos Aguinis, el Prof. Moshe Korin, Benny Goldfarb y el Presidente de la Escuela Scholem Aleijem, Lic. Raul Stolarza.

Queremos transmitirles la emoción de la que todos participamos con los recuerdos de grandes personajes que hicieron posible que hoy podamos estar festejando el 70÷ Aniversario de la Escuela Scholem Aleijem.

Finalizados los distintos discursos, la Sra. Elena de Goldfarb cortó la cinta dando por inaugurada la Biblioteca "JAIM FINKELSTEIN".

Palabras de la Lic. Roxana Levinsky
Galería de Fotos

Uno de los significados que componen la palabra Biblioteca es "cofre”. Y un cofre nos remite de inmediato al sentido de tesoro valioso. Y eso es una biblioteca: un cofre que guarda la memoria de la humanidad. Utopías y realidades, bruscas verdades y fantasías que no se rinden, descubrimientos y encubrimientos, problemas con soluciones y soluciones problemáticas, historias voluminosas e historias mínimas, desmesuradas enciclopedias o una simple palabra, toda la increíble y enigmática aventura del hombre en el mundo Gutemberg, y ahora, con el imperativo mundo electrónico, coexistiendo con la imagen y el sonido del audiovisual y los CD Rom.

Borges decía que debemos figuramos el Paraíso en una biblioteca y que ella es el universo. Es que los libros nos hacen, urbanizan nuestro interior, modifican nuestras biografías, nos permiten descubrir nuevas posibilidades de intervención simbólica sobre el mundo, nos ayuda a cambiarlo. Parafraseando a un poeta español podemos decir que una biblioteca es una revolución, un arma cargada de futuro, porque atesorando el pasado dispara la flecha del tiempo que nos lleva a imaginar otras realidades.

Afirmar que los judíos somos el pueblo del Libro de por sí no nos hace mejores judíos ni amantes de los libros. Es un mandato que debemos alimentar día a día. Y por eso esta escuela que sabe que leer es una práctica esencial, no podía no tener su biblioteca. Libros había en todos los rincones de la escuela, pero era necesario concentrarlos, catalogarlos, preservarlos para facilitar el acceso a la cultura, para que sean utilizados, para que circulen y para seguir sumando muchos más, además de revistas, periódicos, y archivos de trabajos de alumnos y docentes.

Este es sólo el comienzo. Tendremos que planificar políticas para tenerla actualizada con los mejores títulos que dejen huellas en los chicos y adultos, organizar actividades con escritores y personalidades de la cultura, con padres, y sobre todo hacer de este espacio un lugar preferido de los alumnos donde se les despierte el entusiasmo por la búsqueda, la consulta, la investigación, donde experimenten la aventura del conocimiento y el placer de descubrir.

De nuestro impulso y continuidad depende:
Que en este espacio los chicos encuentren su escena de lectura y su refugio.
Que se convierta en un lugar de trabajo, de producción.
Que sea el lugar del deseo al que se quiera entrar, estar, incluso en un recreo.
Que los lectores puedan saborear esta liturgia silenciosa que es leer.
Que esta biblioteca que lleva el nombre de Jaim Finkelstein, un hombre de libros, un educador y orador cuyas palabras sacudían, o el apellido Goldfarb que dio a esta escuela a algunos de sus activistas más impetuosos, siga creciendo en altura con más estantes y con muchos libros.

Y por último, quiero agradecer en nombre de la escuela a Beni Goldfarb y a Silvia Hansman por todo lo que hicieron y hacen, que es mucho, para que hoy estemos acá inaugurando una biblioteca. Y un agradecimiento muy especial al hombre de letras, Marcos Aguinis, que no sólo no dudó en venir sino que respondió al instante a nuestra invitación de apadrinar la Biblioteca "Jaim Finkelstein".

Lic. Roxana Levinsky
Asesora de Literatura