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Bienvenidos al nuevo sitio del Centro de Documentación y difusión Jaim Finkelstein. http://www.habait.co.il
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Hagamos juntos un pequeño ejercicio de memoria. ¿Recuerda Ud. cuántas instituciones educativas de la Red Escolar Judía cerraron sus puertas en curso de los últimos años?.......
Hasta 1879, el odio hacia los judíos no tenía siquiera un nombre especial. Ese año un tal Wilhelm Marr acuñó el término "antisemitismo" a fin de quitarle al fenómeno de toda connotación religiosa. El panfleto escrito por Marr que se llamaba "La victoria del judaísmo sobre el germanismo considerada desde un punto de vista no-religioso", proponía.....
NADIE QUE HAYA ESCRITO EN LENGUA HEBREA HA ALCANZADO SU FAMA. ES EL AUTOR ISRAELI MAS INTERNACIONAL, Y HA SIDO GALARDONADO ESTA SEMANA CON EL PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LAS LETRAS. DE CAMINO HACIA BRASIL, HA HECHO UN HUECO PARA RECIBIR A EL MUNDO EN LONDRES
Borges llegó a afirmar, parafraseando a Paul Valéry (1871-1945), que la Historia de la literatura podría escribirse sin mencionar a un solo autor; debería ser la Historia del Espíritu como productor y consumidor de literatura.....
Alguna vez he escrito que el objetivo estratégico del terrorismo no es, en primera instancia, matar mucho, sino matar mucho para poder socializar el terror. A partir del momento en que el miedo se instala en el seno de una sociedad democrática,.......
La Argentina sufre el triste privilegio de ser el primer país del continente americano víctima del terrorismo suicida. Diez años antes del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, hicieron volar la embajada de Israel en Buenos Aires.....

Jonas Kovensky

 

DR. JONAS KOVENSKY, En el recuerdo

Mi primer recuerdo de él, data de 1946, siendo yo alumno de los grados inferiores de la escuela primaria, cuando se inauguró la sede ampliada de Serrano 341. El Dr. Kovensky, pulcro, elegante y luciendo su impecable moñito,  abrió el acto y se dirigió al público, con la vehemencia y la convicción que lo caracterizaban, en idioma castellano. Una figura representativa, hablándole a la concurrencia en castellano, no era en el ambiente del “Schólem Aléijem” algo habitual. La gran mayoría de los oradores, incluso quien fue el primer director de la Escuela, el pedagogo Jaim Finkelstein, empleaba el ídish, ya que el público, en más de un 90%, se componía de inmigrantes de Europa Oriental. Y para sus hijos, entre los que me contaba, aunque nacidos en la Argentina, el ídish era, en realidad, el idioma materno.

En los seminarios de capacitación de los movimientos juveniles, el Dr. Jonas Kovensky era un orador y charlista muy esperado, tanto por el excelente nivel de su lenguaje como por la profundidad de su pensamiento y su modo de inducir a la reflexión sobre temas ideológicos y culturales.

Hombres con su preparación para exponer temática judía en un excelente castellano, no eran muy frecuentes en el ámbito de la Escuela “Schólem Aléijem” y del Movimiento “Poalei Tzíon” de izquierda.

Llegada a la Argentina

Jonas Kovensky nació a principios de 1900 en Slónim (Bielorusia), en un hogar de judíos humildes y devotos. El padre, Itzkjok, era herrero, y la madre, Beile Résnik, se ocupaba de las tareas domésticas y de los niños. Hasta los 8 años, Ioine (Jonas) estudió en el “jéider” (escuela hebrea elemental): Torá con los comentarios de Rashi y “Guemará” (Talmud). En 1908, la familia Kovensky emigró a la Argentina, adonde años atrás había llegado el abuelo materno, Résnik, pionero de la colonia Moisés Ville, en la llanura santafecina. Precisamente allí se instalaron.

Si bien la adaptación a las nuevas condiciones no fue fácil. Jonas Kovensky mantuvo inalterables los fuertes lazos de amor a esa tierra, a lo largo de toda su vida.

El padre y los hermanos mayores se dedicaron a las tareas agrícolas, hasta que en 1910 la ICA (Jewish Colonization Association, la compañía fundada por el gran impulsor de la colonización judía en la Argentina, el Barón de Hirsch), los trasladó a Bernasconi, en La Pampa. Allí completó Ioine sus estudios primarios en la escuela de la ICA, y empezó a preparar su ingreso al Colegio Nacional de Bahía Blanca.

Para satisfacer su anhelo de estudiar y de llegar a la Universidad, Jonas Kovensky, igual que otros hijos de colonos, debió alejarse de su familia y dirigirse a la ciudad. Su vida posterior transcurrió mayormente en ámbitos urbanos. Sin embargo, en el fondo de su ser guardó siempre los ideales propios del hijo de colonos.

 

 El Sionismo Socialista

Su primer mentor sionista socialista fue León Jazanovich, que editaba la revista “Broit un ere” (Pan y honra). Por su amor al trabajo de la tierra y a toda otra actividad productiva, que bajo las leyes antisemitas del Imperio Ruso habían sido de tan difícil acceso para los judíos, y por su sensibilidad respecto a los problemas sociales y los valores humanos, el joven Kovensky asimiló prontamente las enseñanzas de Jazanovich, y fue así como llegó al borojovismo (la doctrina de Ber Bórojov, que preconizaba la construcción de un Estado Judío en ֹretz Israel sobre bases socialistas).

En 1917, siendo un joven estudiante, se afilió al Partido Sionista Socialista “Poalei Tzíon” y en él permaneció siempre. A la vez, en 1918, apenas llegado a la edad requerida, adoptó la ciudadanía argentina.

En los años de la gran inmigración, cuando decenas de miles de judíos, y entre ellos muchos miembros del “Poalei Tzíon”, arribaban a nuestro país desde Europa Oriental, Jonas Kovensky se distinguía entre todos ellos por ser el más argentino. Al mismo tiempo era, entre los hijos de colonos que dieron origen a la intelectualidad judía en el país, uno de los más judíos por sus lazos con la tradición y su identificación con la vida cultural judía.

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 Una tarea múltiple

Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que Jonas Kovensky no dejó de participar en ninguna actividad  comunitaria importante a lo largo de más de medio siglo; y que en todos los casos aportó su tono personal. Esto se vio reflejado en 5 áreas fundamentales:

1)     La ayuda a las víctimas judías de la Segunda Guerra Mundial.

2)     Su desempeño en el Congreso Judío Mundial como representante principal de su partido, incluyendo la participación en las reuniones internacionales de la entidad.

3)     Sus aportes a la red educativa judía, y particularmente su papel en las Escuelas “Zwischo-Schólem Aléijem”, habiéndose contado entre sus fundadores y desempeñando la presidencia durante décadas.

4)     Su amor por la cultura judía, puesto de manifiesto en su contribución personal en ese campo y en su apoyo a los demás creadores.

5)     Su trabajo sionista, acompañado de un enorme entusiasmo y un gran amor a Israel.

Durante muchos años, Jonas Kovensky fue uno de los más destacados representantes de la judeidad argentina en diferentes asambleas mundiales y en los Congresos Sionistas, y supo hacer resaltar dignamente los rasgos característicos de nuestro “Ishuv” (población judía). Los hizo en sus discursos, en sus escritos y en su actividad cotidiana, delineando en el conjunto una imagen armoniosa.

 

 A través de los años

Desde la más temprana juventud debió costearse los estudios, primero en el Colegio Nacional de Bahía Blanca y luego en la Facultad de Odontología de Buenos Aires; y lo hizo dando clases particulares durante el año lectivo. Pero además, en los meses de verano, cuando volvía al hogar familiar, trabajaba en la cosecha y en otras tareas rurales. Al mismo tiempo, no perdía el contacto con la rica vida cultural que, pese a dificultades de todo tipo, florecía en bibliotecas, centros filodramáticos y grupos de lectura, en la colonia.

A los 17 años fue el fundador y primer presidente del Centro de Estudiantes Secundarios Judíos de Bahía Blanca.

En Enero de 1918, al cumplirse 30 días (“shlóishim”) de la muerte de Ber Bórojov, fundó en Bahía Blanca, junto con varios obreros judíos, un Centro del Movimiento “Poalei Tzíon” a nombre de su ideólogo: tal vez el primero en el mundo judío.

El mismo año (2 de noviembre de 1918), ocupa la tribuna representando a dicho centro al festejarse el primer aniversario de la Declaración Balfour, para la que Gran Bretaña se comprometía a apoyar la creación de un Hogar Nacional Judío en Eretz Israel.

En Enero de 1919, en la tristemente célebre Semana Trágica, se desata en Buenos Aires un pogrom antijudío. Entre otros locales, es incendiada también la sede del “Poalei Tzíon”. A pesar de todo, con la ayuda del grupo de Bahía Blanca y de otros puntos del interior del pañis, el Movimiento se recupera y su semanario “Di Naie Tzait” (El nuevo tiempo) reaparece bajo la dirección de un intelectual, periodista  y líder partidario recién llegado al país: Marcos Regalsky.

También el joven Kovensky, de apenas 19 años, se conecta con el Partido “Poalei Tzíon” en Buenos Aires y es elegido miembro de su Comité Central.

En Octubre de 1919 se reúne el Primer Congreso del Partido en la Argentina. En él Kovensky, de 19 años, propone ante las desinteligencias entre los colonos y los burócratas de la ICA, que no les entregan tierras a sus jóvenes hijos y yernos cerca de ellos,  que el Partido “Poalei Tzíon” solucione el problema organizando la emigración de esos jóvenes a Eretz Israel y su asentamiento en colonias agrícolas sobre bases cooperativas. A tal fin se constituyó un comité en la colonia Narcise Leven (La Pampa) pero por último el proyecto no prosperó.

En 1920, Kovensky es co-fundador de la primera Escuela Laica “Bórojov” y se desempeña como secretario de su Comité Pedgógico.

En el Segundo Congreso del “Poalei Tzíon”, que se reúne en 1921, se produce la ruptura en dos fracciones. Kovensky queda en el sector ubicado a la izquierda y organiza la redacción del periódico “Arbeter Vort” (Palabra obrera).

Representando a los jóvenes pampeanos, participa en 1925 en el congreso en el cual las cooperativas agrarias judías de todo el país logran organizarse como “Fraternidad Agraria”.

En 1926 concluye sus estudios universitarios y obtiene el título de odontólogo. Se establece con su familia en Moisés Ville y en la vecina localidad de Sunchales, donde ejerce su profesión. En Moisés Ville, además, participa en la actividad teatral judía y ayuda a fundar una escuela judía en Rafaela y otra en Santa Fe.

En 1927 recibe al líder partidario Iaacov Zrubóvel en su primera visita al país.

En 1931, el Dr. Jonas Kovensky se establece definitivamente en Buenos Aires, donde retoma su actividad en el Partido y en las Escuelas “Bórojov”. El mismo año, preside en “Amigos del IWO” (Instituto Científico Judío) el Comité de Recepción al escritor y poeta Zalmen Reizin, enviado por el IWO de Vilna.

En 1932, una nueva ola reaccionaria recorre el país y se clausuran casi todas las escuelas judías de Buenos Aires, entre ellas las 5 esculeas “Bórojov”. En una reunión presidida por el Dr. Jonas Kovensky se crea entonces la “Zwischo” (sigla de “Tzentrále Véltleje ֽdishe Shul Organizatzie”, Organización Central de Escuelas Judías Laicas). Esta Organización funda el 14 de Mayo de 1934 su primera escuela que llevará el nombre del gran escritor y humorista en lengua ídish, Schólem Aléijem en la calle Sarmiento 2270, al cumplirse 75 años de su nacimiento. En enero de 1935 se abre la segunda escuela con el mismo nombre en Gurruchaga 185 (Villa Crespo).

El Dr. Jonas Kovensky, en su carácter de secretario general y más tarde presidente de la Organización “Zwischo” por muchos años, atravesó desde el trabajo pionero hasta la etapa de auge y contrucción de las espléndidas obras: “Kinderland” (colonia de vacaciones), “Escuela Secundaria” y “Ramat Shalom” (Escuela Primaria Integral).

En 1940/42, representando a su Partido, ocupó la secretaría del “Vaad Hajinuj” (Consejo de Educación) en la “Kehilá” de Buenos Aires, e instituyó un mismo subsidio para todas las escuelas judías. Paralelamente con su trabajo en la red escolar, se desempeña en la Daia como miembro del Ejecutivo. Allí defiende la idea, y la actuación, del Congreso Judío Mundial. Cuando se unifican las campañas de esta institución y del “Joint” en una única Organización Central de Ayuda, a la que luego se incorporan otras entidades, Kovensky es elegido su vicepresidente.

A partir de 1948, año de nacimiento del Estado de Israel, el Dr. Jonas Kovensky representa a nuestro “Ishuv”, a través de la “Daia”, en distintos encuentros internacionales. En misiones de asistencia a las víctimas de la guerra y de apoyo a los refugiados, visita junto con otros delegados numerosos países, incluso Medinat Israel.

En 1954 es elegido miembro del Comité Ejecutivo del Congreso Judío Mundial, y apoya la creación de un Ejecutivo Sudamericano en el que actúa hasta 1961.

Fue, en múltiples ocasiones, delegado a los Congresos Sionistas y a Conferencias Internacionales de su partido. Tuvo también el mérito de haber luchado denodadamente por la democratización de la “Kehilá” (A.M.I.A.) de Buenos Aires en elecciones proporcionales, lo que finalmente se logró. (El fue uno de los redactores del nuevo Estatuto de la Amia).

Ya nos hemos referido a su labor periodística como parte de sus tareas partidarias. Se destacó como traductor, con la versión al ídish de “Nuestros hijos”- de Florencio Sánchez, aparecida en el matutino “Di Presse” y presentada en Nueva York por el gran actor y director teatral  Maurice Schwartz, en 1935. También tradujo al ídish “Cuando los hijos de Adán no son de Eva”- de Jacinto Benavente, que no llegó a representarse en Varsovia como estaba planeado.

En los últimos 4 años de su vida, Jonas Kovensky padeció una grave dolencia. Sin embargo, no dejó de interesarse por la vida de su Partido, del “Ishuv”, de la Escuela Schólem Aléijem y de Israel. Su pensamiento seguía inmerso en un mundo de ideas, de creencias y de valores.

Fue en esa época cuando en mis bastante frecuentes visitas a su casa (Tucumán y Boulogne Sur Mer), ya que él excepcionalmente salía, conversábamos sobre épocas pasadas y sobre los acontecimientos actuales en el “Ishuv”, en la Escuela, en Israel y en el Movimiento.

En esas circunstancias lo conocí más íntimamente como persona y en su derrotero, y pude apreciar cuánto se sentía su ausencia en nuestra vida institucional judía.

Falleció el 8 de Octubre de 1973.

 

 La familia

Su esposa, Sara Renik de Kovensky, siempre tan fina, elegante y activa, con su constante apoyo, hizo posible una actividad tan fructífera. Ella, además presidió durante años la Comisión de Damas de la Escuela “Schólem Aléijem”. Falleció en el año 1955.

Tuvieron dos hijos: Dora y Oscar, que recibieron una sólida educación judía. Dora tradujo al castellano, entre otras obras, las famosas “Leyendas populares” de I.L. Péretz. ׃sher se recibió de ingeniero. El matrimonio Kovensky tuvo 5 nietos, Silvia, Víctor, Sara, Hugo y Martín.

Jonas Kovensky y su esposa, Sara, imprimieron un sello imborrable en la vida de la Escuela Schólem Aléijem y en nuestra comunidad.

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